El transporte por carretera y el sector logístico viven una constante evolución sobre la que a veces es difícil realizar interpretaciones a medio plazo. Sin embargo, sus principales actores sí saben cuáles son los próximos desafíos a los que se enfrenta.
Retos para el transporte por carretera
La caracterización del sector del transporte por carretera, que representa el 6% del PIB español y agrupa a más de 800.000 trabajadores, se puede conocer gracias a diferentes estudios realizados sobre la logística en nuestro país. Uno de los más completos es el ‘Estudio de caracterización del sector del transporte y la logística’, elaborado por la consultora Everis y respaldado tanto por la Organización Empresarial de la Logística y el Transporte como por el Centro Español de Logística.
1. Adaptar el sector a las necesidades de los clientes
Se estima que en un 17% de los casos, la agencia de transporte por carretera no tiene la flexibilidad necesaria para satisfacer la demanda del cliente o el transportista ofrecen una entrega deficiente. Adecuar las condiciones de entrega (horario y lugar) a esa demanda es un reto primordial para la nueva economía.
2. El transporte solo es rentable si es seguro
Los riesgos achacables a la falta de seguridad en el transporte por carretera se han reducido en los últimos años, pero aún así siguen presentes. Mejorar la seguridad haciendo que desciendan los hurtos y las pérdida a causa de accidentes es un desafío para las empresas privadas y para las administraciones públicas. La tecnología puede ser la mejor aliada para lograrlo gracias a la inversión en seguridad, las medidas antihurto y los sistemas de gestión de flotas, que en todo momento conocen dónde se encuentra cada vehículo.
3. Armonización de normativas
El transporte por carretera internacional está sujeto a normativas cambiantes en cada país, una pérdida de homogeneidad que penaliza a los transportistas por lo que supone de coste en estar al corriente de las exigencias de todas las administraciones. Por otra parte, es el motivo de que se incurra en sanciones administrativas que podrían evitarse.
4. Impulso a la intermodalidad
Una coordinación y planificación del transporte para aprovechar las sinergias que brinda la intermodalidad es clave para eludir los sobrecostes. Si el transporte por carretera se alía con el resto de operadores de transporte ferroviario, naval y aéreo, todos resultarán beneficiados. El abaratamiento de las primas de seguro a causa de daño y robo, así como la reducción de los costes de transporte y de tiempo de carga y descarga, son suficientes como para insistir en la importancia de impulsar la intermodalidad.
5. Más formación
Desarrollar un mapa formativo conjunto para los profesionales de la logística permitiría implantar diferentes niveles de exigencia técnica a los integrantes de la cadena de suministro. Además garantizaría el acceso a las nuevas tecnologías y la puesta en marcha de acciones formativas transversales. La puesta en marcha del Código 95, que incide en la importancia del reciclaje de conocimientos y en la conciencia por el medio ambiente, por parte de la UE, es un buen ejemplo de ello.
6. Más sostenibilidad
Lograr un transporte por carretera más sostenible desde un punto de vista medioambiental. La optimización de rutas, el uso de combustibles limpios, la distribución urbana sostenible o el empleo de gestores de flotas hacen que el transporte de mercancías emita menos gases contaminantes a la atmósfera.