Dos fórmulas financieras para comprar un camión de transporte que gozan de defensores y detractores. Las analizamos para saber cuál ofrece más ventajas en este momento.
El camión de transporte, el activo más importante
En el mundo del transporte hay pocos activos tan importantes como el vehículo profesional. Tanto para las empresas como para los autónomos es la herramienta sin la que no se entiende su profesión. En España se calcula que 9 de cada 10 camiones o furgonetas se compran mediante algún sistema de financiación. A la hora de preguntarnos qué fórmula es la que prima en el mundo del camión de transporte, tanto el renting como el leasing copan el mercado.
Renting
Las empresas con flotas de vehículos recurren a él con frecuencia. El periodo de tiempo por el que se emplea es de 36 meses. Para estas flotas se trata de una fórmula más que interesante, porque contiene la reparación del vehículo, el seguro y el contrato de mantenimiento y reparaciones. Además les garantiza contar con un camión de transporte siempre moderno.
- Ventajas. El renting tiene ciertas ventajas fiscales, como la posibilidad de deducir sus cuotas ante Hacienda. Como está considerado un gasto de su actividad profesional, se puede deducir todo su importe en el Impuesto de Sociedades. Una de las ventajas que proporciona el renting es que permite externalizar muchas funciones, como seguros, gestiones con talleres o recursos de multas. También favorece la cierta flexibilidad para, en función del volumen de trabajo, reducir o incremental el número de vehículos de la flota.
- Desventajas. Es obligatorio cumplir con las condiciones de plazos y kilometraje determinadas, lo que puede limitar en cierta medida la operatividad. Por otra parte, no se puede realizar modificación alguna en el camión de transporte ni subarrendar el uso del vehículo. A ello hay que añadir que las reparaciones y el mantenimiento se deben hacer, de forma obligatoria, siempre los talleres designados por la compañía.
Leasing
El también llamado arrendamiento financiero predomina entre los autónomos y las empresas de tamaño pequeño y medio. El arrendamiento suele firmarse a plazos de unos 5 años y con un valor residual bajo. De esta forma, si lo desean, se reservan la opción de adquirir el camión de transporte.
- Ventajas. El valor completo del vehículo se puede deducir como gasto tributario (no así el valor residual). Con el leasing se financia todo el precio del vehículo y, como la factura se emite a nombre de la entidad, no hay que adelantar el IVA. A todo ello hay que añadir que el autónomo o empresa se benefician de que el valor residual suele estar muy cercano al que hay en el mercado por el vehículo, lo que significa que puede beneficiarse de tres opciones; quedárselo, entregarlo o comprar otro más moderno.
- Desventajas. La principal es que la cancelación antes de tiempo supondría el abono de una comisión importante, pero además la propiedad del bien solo se da cuando concluye el contrato de leasing. Por otra parte las reparaciones, los seguros y la conservación deben ser asumidas por el autónomo o la empresa, a diferencia de lo que ocurre con el leasing.
La financiación lineal clásica
Sería incorrecto decir que la financiación lineal para comprar un camión de transporte está en desuso. Esta fórmula clásica tiene aún muchos adeptos. En la venta a plazos un tercero, normalmente una entidad bancaria, financia el precio del vehículo y el comprador se compromete a devolvérselo de acuerdo a los plazos y los intereses marcados en un contrato. Se suele entregar el camión que se usaba hasta ahora para reducir el precio del vehículo nuevo o como entrada para la operación.
A partir de aquí la operativa es muy diversa. Cada entidad fija unas condiciones, por ejemplo en cuanto a los plazos de pago, que pueden ir de al menos 12 a, como máximo, 84. La cuota de pago puede mantenerse igual durante todos los meses de pago, pero también puede ir aumentando o incluso irse reduciendo. Los abonos suelen ser mensuales, pero se pueden negociar otras fórmulas a más meses, incluso hacer los pagos de manera anual.
Conclusión
Elegir qué tipo de financiación resulta más ventajosa para adquirir un camión de transporte depende de varios factores: los recursos disponibles, la previsión de mantenimiento de ingresos o la capacidad empresarial del autónomo o la empresa. Para evaluar las condiciones de compra a fondo es clave dejarse asesorar por los profesionales y solicitar ayuda para resolver las dudas que puedan surgir durante el proceso. Las entidades financieras ofrecen una amplia gama de servicios adaptados a cada necesidad, por eso es bueno acudir a varias y comparar sus propuestas. Aprovechar el margen de negociación que ofrecen es otra labor que no hay que descartar.