Transporte de bebidas para un verano refrescante

Se acerca el verano y con él llega la temporada de refrescos, zumos, batidos y cervezas. Pero ¿en qué situación se encuentra este sector en España? ¿Qué tendencias se perfilan para los próximos años? En este artículo revelamos las claves para que los fabricantes de bebidas sepan qué esperar de este verano y qué tipo de transporte les puede ayudar a distribuir sus productos de manera eficiente y económica, para que este verano todos podamos disfrutar de nuestro refresco preferido.

La industria de las bebidas no espirituosas en 2020

En España, el sector de las bebidas no espirituosas incluye muchos tipos de bebidas: agua mineral, gaseosa, tónicas, tés, refrescos, zumos, bebidas energéticas y cervezas. En los últimos años, las bebidas sanas, como los tés helados, han cobrado cada vez más fuerza en la escena nacional junto con el auge de las cervezas artesanales y de autor en el país. Puede parecer que algunos de estos productos, como el agua mineral no tienen una demanda muy elevada, sin embargo, en 2016, España se posicionó como noveno país del mundo en cuanto a consumo de agua embotellada.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en España el sector de alimentación y bebidas supuso en 2019 aproximadamente el 2% del PIB total, aportando el 15% de la facturación industrial. Sin embargo, este sector también se ha visto afectado por el impacto de la pandemia durante el año 2020. Además, en 2021 el gobierno ha aumentado el IVA de las bebidas azucaradas, que ha pasado del 10% al 21%; una medida duramente criticada por los diversos actores de la industria.

Con la pandemia, se ha producido un llamativo fenómeno en los hábitos de consumo: el aprovisionamiento masivo de productos de primera necesidad, como por ejemplo las bebidas. De hecho, en los hogares, el consumo de bebidas aumentó casi un 30% durante la pandemia con respecto al año anterior.

Las tendencias que han llegado para quedarse

En los últimos meses, se observan una serie de tendencias presentes en toda la industria de bebidas no espirituosas:

1. El aumento en el consumo de cerveza por parte de los hogares y el auge de la cerveza artesanal y de autor. En los últimos años han surgido cada vez más microproductores de cerveza en España, trayendo nuevos tipos de cerveza que se suman a las de corte clásico, como Lager, Pale Ale o Porter entre otras. Según un estudio llevado a cabo por Tiendeo.com en 2020 sobre los productos favoritos de los españoles durante la pandemia, la cerveza es la ganadora indiscutible.
2. La moda de los productos saludables ha llegado para quedarse. Cada vez se da más importancia a una dieta saludable y muchos consumidores quieren productos que les aporten vitaminas o refuercen su sistema inmunológico. Algunos ejemplos son los zumos, bebidas detox y para depurar el organismo, etc. También hay quienes prefieren los smoothies o batidos, tés, tónicas o bebidas isotónicas en vez de consumir bebidas con aromas, colorantes, edulcorantes, azúcares añadidos, estabilizadores, conservantes...
3. La importancia de la sostenibilidad. Los consumidores son cada vez más conscientes de la importancia de un consumo ecorresponsable y exigen a las marcas que fabriquen sus productos de manera eficiente, reduciendo su huella de carbono y usando, por ejemplo, envases reciclados (tetrabrik, plástico). Se estima que la industria de alimentación y bebidas generó 4,03 millones de toneladas de CO₂ en 2019, es decir, el 1,5% de las emisiones derivadas de la actividad económica. La buena noticia es que esa cifra supone un descenso del 8,7% con respecto a las emisiones de la industria en 2017. Otra señal de que vamos por buen camino es que, según el informe Data & Trends EU Food and Drink Industry 2020, en España, aproximadamente se recicla el 48% de los residuos de envases y embalajes, por encima del 42% de media en la UE.
4. El impulso del comercio de proximidad. Con la pandemia llegaron las restricciones a la movilidad, pero no solo eso, estas medidas dieron un impulso inesperado al comercio local. De hecho, según un estudio elaborado por Mastercard, en 2020, el 79% de los españoles consumió en los comercios locales de forma consciente para ayudar a reactivar la economía de los pequeños comercios de barrio. Y esta tendencia ha llegado para quedarse. De la misma manera, muchos consumidores quieren apoyar a la economía española dando prioridad a los productos nacionales por encima de productos importados o extranjeros.
5. El aumento de las compras a través de internet. Esta es otra de las consecuencias de la pandemia. De hecho, el comercio electrónico ha alcanzado máximos históricos en diversos tipos de productos y muchas empresas ven en el canal online una nueva vía de distribución. Un ejemplo de ello son las colaboraciones entre grandes marcas y supermercados con startups especializadas en el transporte de última milla o la restauración a domicilio, como el acuerdo entre Central Lechera Asturiana y Deliveroo.

Algunas particularidades del transporte de bebidas no espirituosas

Fabricantes y distribuidores de bebidas deberán adaptarse a la nueva realidad: los consumidores desean productos cada vez más personalizados, que les hagan sentirse especiales y exclusivos, y además que sean sostenibles. Para ello, es necesario cambiar de embalajes y optimizar al máximo la cadena de suministro. En este sentido, un transporte eficiente es fundamental.

Por una parte, los transportistas deben tener en cuenta la estacionalidad de los productos, ya que las ventas de refrescos por ejemplo se disparan en verano, con la llegada del calor. En torno a mayo, muchas empresas necesitan transportes de cargas completas o FTL, desde sus fábricas hacia los centros logísticos y de distribución de los grandes supermercados y hacia zonas de ocio y turísticas de la costa.

Por otra parte, el volumen de los envíos disminuye progresivamente y muchas empresas recurren al transporte de mercancías de carga parcial o LTL, como por ejemplo los pequeños fabricantes de cerveza artesanal, que suelen transportar cantidades más pequeñas. Un servicio LTL que optimice el enrutamiento de las cargas y sepa aprovechar al máximo la capacidad total de los vehículos permitirá además reducir los costes de transporte para la empresa cargadora.

Así pues, el transporte debe adaptar sus plazos de entrega y las empresas que ofrecen servicios con diferentes ventanas temporales en función de la flexibilidad que tenga el cliente en cada momento serán las más aventajadas.

Para las empresas de la industria de las bebidas es esencial que sus proveedores de transporte garanticen una elevada tasa de puntualidad en la entrega, ya que a menudo, las franjas de tiempo para descargas en centros logísticos de distribución son muy ajustadas y un retraso puede conllevar una sustanciosa penalización. Resulta también de utilidad que sea el proveedor de transporte quien gestione las citas con el centro logístico del distribuidor, para que el cargador esté tranquilo y pueda concentrarse en fabricar el producto.

De manera general, en el transporte de las bebidas no espirituosas suelen utilizarse camiones de caja o de lona (apertura lateral), según las necesidades y la disponibilidad en cada momento. Las rutas más frecuentes son desde la fábrica al centro logístico del distribuidor y de ahí a HORECA o a los supermercados en los que el consumidor final adquiere los productos.

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